A la hora de invertir nuestros ahorros, lo primero que se nos viene a la cabeza es... ¿donde invierto y cómo lo hago?

Como esto suele requerir de tiempo, conocimientos y medios, solemos acudir a asesores "expertos", amigos, foros y demás fuentes de "ideas". Unas veces con algo más de fortuna que otras. 

Y la primera pregunta que nos hacen es ¿de cuanto dinero disponemos para invertir?. Pero muy pocas veces nos preguntan cuanto queremos arriesgar de ese capital. ¿O tal vez os lo han preguntado alguna vez en el banco? 

¿Cómo lo vamos a saber?, si no sabemos cómo se van a comportar las acciones, fondos, etc y los mercados. Mejor lo vamos viendo sobre la marcha.

Así que rigurosidad, disciplina y método, cero.

Voy a tratar de explicar una manera sencilla de ir construyendo una cartera, haciéndola crecer de manera estable y duradera, sin tener que estar pendiente de los mercados habitualmente.

Tabla de Contenidos

Qué Cantidad Invertir

Si suponemos que tenemos 10.000€ para invertir, no creo que estemos dispuestos a arriesgarlo todo. Hay personas que te lo dirán, pero luego, en la realidad, no es cierto. A todos nos cuesta ganar el dinero para luego perderlo.

 En Bolsa debemos de invertir tan sólo el dinero que no necesitemos en nuestra vida cotidiana y un porcentaje lógico de nuestros ahorros. Aunque esta manera de invertir, verás como es muy controlada y en todo momento te sentirás dueño de la situación.

Lo que te voy a contar hoy se puede aplicar a cualquier tipo de activo, aunque en este caso lo vamos a explicar para el caso concreto de una cartera de acciones.

Así que la cantidad de dinero a invertir la decidimos nosotros, y entra en juego nuestro buen juicio .Nadie va a decirnos cuanto tenemos que invertir de nuestro capital.

Cuanto antes empecemos a crear la cartera, más beneficio sacaremos de la capitalización compuesta y mayor probabilidad tendremos de obtener grandes beneficios o incluso de llegar a disponer de una fortuna. Y para eso, el mercado de acciones es ideal para ir reinvirtiendo los beneficios de manera recurrente.

Capital final = capital inicial x (1 + rentabilidad media) x tiempo

El TIEMPO siempre juega a nuestro favor.

Cuanto más nos acerquemos a la edad de jubilación nuestro porcentaje de capital invertido debería de ser menor que cuando tenemos 40 años, por ejemplo. Pero, como ya dije antes, es algo muy subjetivo y que queda en la mano de cada uno.

Cuanto estoy dispuesto a arriesgar

Encuentro mucha gente o traders que cuando van a invertir u operar en algún mercado y les preguntas cual es su nivel de riesgo, me dicen que TODO, que no saben. Sin embargo, cualquier trader o gestor profesional sabe en todo momento su máximo riesgo y riesgo por operación, con todo lujo de detalles.

Porque lo más importante a la hora de invertir no es fijarnos en cuanto vamos a ganar, sino saber exactamente cuanto estamos dispuestos a perder y controlar estrictamente ese nivel. Jamás sobrepasarlo bajo ningún concepto.

Controla las pérdidas y los beneficios llegarán solos.

Porque las ganancias y las pérdidas no son simétricas. 

Imaginemos que comenzamos con 10.000€ y perdemos un 10% (1000€). Para recuperar nuestro dinero ya no tendremos que ganar un 10% de esos 9.000€ restantes sino un 12%. Pero si perdemos un 20% de nuestro capital necesitaremos un 25% de ganancia para recuperarnos. Y así exponencialmente.

Así que, control absoluto de las pérdidas.

Controla las pérdidas y los beneficios llegarán solos.

¿Qué nivel de pérdidas nos vamos a marcar como lógico?. Yo diría que un 6% de nuestra cartera, y nunca más de un 15%.

Ahora vamos a ver cómo conseguirlo.

Cuantas Acciones Diferentes Elegimos Inicialmente

No es un dato que debamos tomar a la ligera, y nuestro máximo nivel de riesgo es el que nos va a marcar cuantas acciones debemos de elegir.

Muchas personas, incluidos los asesores financieros de bancos, asignan todo el capital desde el principio a diferentes acciones que ellos consideran diversificadas, sin saber el máximo riesgo asumido en cada una ni cómo afecta al conjunto de la cartera.

Pongamos un ejemplo, estableciendo una máxima pérdida por operación o por acción del 2%. Es decir, en ninguna acción en la que invirtamos debemos de perder más de un 2% de nuestro capital.

Según esto, el número de acciones que deberíamos de comprar inicialmente sería de 3 acciones.

Riego de cartera = 6%

Riesgo operación= 2%

Nº inicial de acciones= 6%/2% = 3 acciones

Ya sabemos cuantas acciones tenemos que comprar. Sencillo, ¿verdad?

.Lo que ocurre es que no vamos a comprar el mismo porcentaje cuando inviertes de capital 10.000$ que cuando inviertes 1.000.000$.

Para el primer caso el 6% de máximo riesgo son 600$ mientras que en el segundo caso ese 6% representa 60.000$. Arriesgar 60.000$ en 3 acciones es ilógico, pudiendo diversificar entre más empresas.

Por ello, en función de la cantidad a invertir, los números de acciones diferentes serían los siguientes:

Pero no sabemos la cantidad de títulos que debemos de comprar en cada una de ellas (tamaño de la posición). Para ello debemos saber en qué acciones o activos vamos a invertir

Imaginemos que vamos a escoger esta acción, que mostramos a continuación, porque está rompiendo máximos históricos con incremento de volumen. Actualmente cotiza a 109$ y por volatilidad situamos el stop en 99$.

 El stop debe de estar alejado lo justo para que deje moverse y no salte fácilmente, pero lo suficientemente ajustado como para que nos permita escoger más títulos.

¿Cómo calculamos el número de títulos que tenemos que comprar de esta acción?

Nº Títulos = (Capital x 2%) / (Precio Compra - Precio Stop)

Nº Títulos = (10.000 x 2%) / (109 - 99) 

Nº Títulos = 200 / 10 =  20 títulos de esta acción

Capital invertido= 20 títulos* 109= 2.180$ invertido en esta acción

Y el mismo procedimiento con las otras dos acciones restantes que tenemos que escoger para nuestra cartera.

Seguramente, el capital invertido sea inferior a los 10.000$ que tenemos disponibles para invertir. 

Y os preguntaréis...¿y el resto del capital  hasta los 10.000$ donde lo invertimos?. EN NADA! Esperamos.

¿Y Si Pierden Qué Ocurre?

Cuando abrimos la posición en cualquiera de las acciones, lo único que hacemos es comprar, colocar la orden de stop para que en caso de que caiga se cierre, y ya. No estamos pendientes de ella salvo 1 vez a la semana o quince días.

Puede ocurrir que perdamos en la operación y perdamos ese 2% (200$) del capital. Salimos automáticamente de la acción por stop y ya no volvemos a estar en ella.

Las pérdidas siempre se cierran. Nunca mantenemos acciones que están en pérdidas. Pero se cierran por salto de stop. Nunca manual y discrecionalmente.

¿Y Si Ganan Qué Ocurre?

Cuando entramos en una acción y está ganando, no cerramos la posición. Vamos moviendo el stop en favor de la tendencia. De esta manera podemos tener operaciones con grandes rentabilidades y que duren mucho tiempo en mercado.

Pero todas las acciones que tendremos en cartera estarán ganando, porque las perdedoras se cierran.

Al contrario de lo que suele ocurrir, que nos encontramos con carteras llenas de acciones perdedoras, principalmente, esperando a que se recuperen. Pueden pasar años hasta que se recuperen, y aún puede que nunca recuperen. Ya no pierdes solamente por la diferencia de precios sino por coste de oportunidad, de no poder invertir en otras que podrían estar dándote buenas rentabilidades.

El stop lo vamos moviendo a medida que el precio va subiendo. Puede hacerse semanalmente. Si el precio sube y llegamos a poder colocar el stop por encima de nuestro punto de entrada, en esa acción ya no perderemos nada.

Y desde ese momento esa acción tan sólo podrá darnos beneficios. No la cerraremos mientras suba y nunca manualmente. Siempre saldremos por stop.

Y cuando eso ocurre, ya tenemos disponibilidad para escoger otra acción nueva, ya que nuestro riesgo en esa acción es nulo ya.

De esta manera SIEMPRE vamos a ir quedándonos con las acciones buenas y nos iremos deshaciendo de las malas de forma automática.

¿Còmo Hacemos Crecer Nuestra Cartera?

Al ir quedándonos con las buenas y desechando las malas, nuestro riesgo va desapareciendo, y cuando va disminuyendo nos va dando oportunidad de entrar con acciones nuevas que adquieran esa responsabilidad del riesgo, que siempre deberá de estar en el 6% inicial.

• Cortamos las pérdidas rápidamente y con tan solo un 2%
• Las ganancias nos las quedamos y tan solo movemos el stop al alza a medida que sube.
• Cuando llega nuestro stop al precio al que la compramos, nuestro riesgo en esa acción desaparece completamente.
• Y nuestro riesgo de cartera disminuye.
• Podemos adquirir una nueva acción que veamos interesante para hacer crecer la cartera.