Inversión Tranquila utilizando la Tasa de Desempleo

No necesitamos estar siguiendo los mercados de cerca ni tener conocimientos técnicos para batir al mercado en el largo plazo.

Actualmente está en boca de todos los productos que ofrecen gestión activa y los que se basan en estrategias que aprovechan ineficiencias de muy corto plazo para obtener rentabilidades constantes e independientes del mercado (Absolute Return). Todo ello sería perfecto… si fuera cierto en todos los casos. Existir, existen, pero la inmensa mayoría de productos de gestión activa está demostrado que no aportan valor a largo plazo, en comparación con una gestión pasiva. Son pocos, y muy escogidos, los que realmente ofrecen un valor real al inversor. ¿Entonces, para qué se pagan comisiones tan elevadas por gestión?. Trataré de explicar varias pautas de comportamiento, lógicas y de sentido común a la hora de invertir a largo plazo, que pueden ser aplicadas por cualquiera para saber en qué tipo de producto debemos de estar en cada momento.

Panorama actual

Actualmente nos encontramos ante una situación complicada para cualquier inversor, ya que, a pesar de que existen infinidad de productos de todo tipo y color, ninguno de ellos ofrece rentabilidades seguras y sin riesgos. La época de la inversión segura se terminó, a pesar de que los bancos se empeñen en volver a vender fondos garantizados maquillados que volverán a dejar atrapados a miles de inversores sin ofrecerles rentabilidad alguna. Y algunos de estos inversores dirán: “al menos no he perdido”, pero se equivocan ya que el paso del tiempo provocará un grave menoscabo en el capital invertido, amén de las regulares comisiones cobradas por las instituciones financieras.

El exceso de información produce desinformación, y el innumerable elenco de productos que se ofrecen por parte de instituciones financieras (la mayoría de ellos inservibles) hace que sea necesario fiarse de un asesor o gestor que nos recomiende donde invertir y en qué momento. Esto hace que prolifere el número de “asesores expertos”, que se suman a la ingente cantidad de productos de inversión ya existentes. ¿Y quien nos asesora sobre qué asesores son realmente expertos y cuales no?.  ¿Y cómo sé que lo que me están recomendando es, al menos lógico y coherente?. ¿En qué se basan para recomendar hacer una u otra cosa?.  El sentido común siempre ha sido, es y será el pilar sobre el que se debería basar nuestra inversión, y si éste está respaldado por estudios cuantitativos demostrados en el pasado, aportará algo más de confianza a nuestras decisiones.

Hoy en día, con tipos de interés tan bajos, los depósitos y renta fija no ofrecen nada de rentabilidad, a pesar de que la inflación también sea reducida. La inversión en inmuebles en España no termina de repuntar de forma sólida y el mito de activo seguro que siempre subía parece que ha llegado a su fin, con multitud de inversores y empresas hundidos o en situaciones difíciles debido a la sequía del mercado. La renta variable, que implica un cierto riesgo, y saber cuándo dejar el tren. ¿Habría que dejarlo ahora?. Pero surgen nuevas formas inversión (start ups, crowdfunding, etc). Por todo lo expuesto, parecería que nos encontramos ante un escenario negativo. Nada más lejos de la realidad. Yo simplemente creo que es cambiante, donde el riesgo va a ser el pan nuestro de cada día (como en la vida misma) y nuestro éxito o fracaso dependerá de cómo lo controlemos. Y para ello será importante el sentido común, la diversificación y la información contrastada y demostrada cuantitativamente para disponer de ese plus de probabilidad de éxito. Hay muchísima información pero poca realmente útil.

En este artículo voy a presentar varias pautas sencillas de comportamiento para saber cuando estar en renta variable o cuando pasar a otro tipo de activo. No voy a entrar en si deberíamos diversificar entre activos de diferentes tipos y en qué proporción. Algo que lógicamente deberíamos de hacer, ya que tener todos los huevos en la misma cesta siempre ha sido peligroso, y recordemos que, ahora más que nunca, de lo que se trata es de controlar nuestros riesgos tratando de obtener rentabilidades. Todo lo que proponga estará respaldado por un estudio cuantitativo histórico que mostrará porqué propongo estas pautas de comportamiento.

Para seguir estas pautas tan sólo debemos de tener en cuenta estas variables:

  • Tasa de Desempleo
  • Volatilidad, medida por el VIX

Datos que son publicados regularmente y pueden ser seguidos por cualquiera, sin tener conocimientos técnicos ni de mercados. Con ello, sabremos si lo que nos están recomendando es coherente y lógico para este momento o si debemos o no estar en uno u otro activo.

¿La Tasa de Desempleo Importa?

Dada la tendencia bajista del sector energético y la debilidad económica internacional, cada vez más se especula sobre la idea de una posible recesión en EEUU. En este punto, voy a examinar un indicador como es la Tasa de Desempleo de EEUU ajustada estacionalmente, desde el año 1948 hasta la actualidad.

Figura 1: Tasa de Desempleo USA ajustada estacionalmente (Fuente: FRED)

Normalmente la Tasa de Desempleo es tomada como un indicador retrasado de la economía, pero si nos fijamos bien, podremos observar que tal vez sea incluso un indicador adelantado de los periodos de recesión ocurridos desde 1948 hasta la actualidad, habiéndose incrementado algunos meses antes de que la recesión comenzara.

Por ello, es importante saber cuando está aumentando o no, y para ello utilizamos una media móvil de los últimos 12 meses, que nos indica la tendencia de la Tasa de Desempleo en ese momento. En los círculos de verde la Tasa de Desempleo comienza a reducirse y, por lo tanto, la economía comienza a salir de la recesión, según este indicador. En los círculos rojos ocurriría lo contrario, dando muestras de que se comenzaría un incremento de la Tasa de Desempleo y, por lo tanto, un posible comienzo de un periodo de recesión.

Figura 2: Subidas y bajadas en la Tasa de Desempleo. Nos valemos de una media móvil de 12 meses para detectar si la Tasa de Desempleo está creciendo o decreciendo. En los círculos rojos se dan los inicios del crecimiento de la Tasa de Desempleo y por lo tanto de procesos de recesión. En los verdes, el comienzo de las reducciones de la Tasa y recuperaciones económicas.

 Actualmente la Tasa de Desempleo indicaría que EEUU no se encuentra en un periodo de recesión y, a pesar de haberse incrementado algo la Tasa de Desempleo, no llegaría a entrar en zona de recesión.

Figura 3: Tasa de Desempleo y tendencias. En este gráfico apreciamos con más detalle la evolución de la Tasa de Desempleo delimitada por su media móvil de 12 meses, que le marca el comienzo de los periodos de recesión o recuperación. (Fuente: QuantPeak Analytics)

La recesión no es el único indicador de que los mercados de renta variable vayan a caer, pero sí es uno de los pocos que sí que aparecen siempre antes de que las caídas tengan lugar realmente. Por ello, vamos a probar una idea, no descabellada, de estar en renta variable siempre que la Tasa de Desempleo no indique recesión, y estar fuera de la renta variable siempre que la Tasa de Desempleo indique periodo de recesión.

Este comportamiento sencillo, lógico y contrastado cuantitativamente, provocaría el siguiente comportamiento y resultado sobre el mercado del S&P500 en EEUU (sobre otros mercados, incluso de otros continentes también tendría similar comportamiento dada la globalidad de las influencias).

Figura 4: Curva de Resultado de la Pauta en comparación con el mercado. Si aplicamos sobre el S&P500 la pauta de estar en mercado únicamente cuando la Tasa de Desempleo no está creciendo, obtenemos una curva de resultados que mejora al mercado, reduciendo notablemente los retrocesos y riesgos, e incrementando la rentabilidad a largo plazo. (Fuente: QuantPeak Analytics)

Con esta sencilla pauta de:

  • Estar en Renta variable siempre que la Tasa de Desempleo esté descendiendo o baja, y no indique recesión económica.
  • Estar en otro tipo de activos siempre que la Tasa de Desempleo esté aumentando o indique recesión económica.

Obtenemos los siguientes beneficios:

  • Reducimos el riesgo y retrocesos de nuestra inversión considerablemente.
  • Aumentamos nuestra Rentabilidad Total y Anualizada en el largo plazo.
  • No necesitamos estar pendientes del mercado ni estar realizando multitud de entradas/salidas, ni cambios en activos.
  • Batimos al mercado sin necesidad de realizar excesivos movimientos y con una gestión prácticamente pasiva.
  • Disponemos de una orientación para saber si, quien nos está asesorando, lo hace coherentemente o no.

La Volatilidad nunca ha sido amiga de la Renta Variable

De siempre es sabido que una elevada volatilidad en los mercados implica riesgo y caídas de los mercados, pero ¿hasta qué punto afecta y cuales son los niveles de volatilidad asumibles, que nos permiten obtener rentabilidades estables en el tiempo?. Las tendencias alcistas de los mercados siempre han ido acompañadas de niveles de volatilidad contenidos. Pero, ¿ha sido o tiene que ser siempre así?

Los mayores picos de volatilidad suelen vivirse en los mínimos del mercado, justo antes de que se comience a rebotar. Pero, antes de caer el mercado, es difícil saber si la volatilidad existente es muy alta o no, o va a seguir aumentando o tan solo es un repunte puntual. Existen modelos matemáticos que tratan de predecir cual va a ser el valor de la volatilidad en un corto plazo futuro. Es difícil de predecir y no carente de riesgo. Nosotros vamos a tratar de estudiar lo que ha ocurrido en el pasado (histórico y reciente) y en función de ello tomaremos nuestras decisiones y actuaremos. No intentaremos predecir la volatilidad sino adoptar un determinado comportamiento en función de datos pasados.

El VIX es un indicador de la volatilidad del mercado y cuanto mayor es, más volatilidad hay en el mercado.

Según nuestros estudios:

  • El 90% de las volatilidades históricas se encuentran en valores de VIX por debajo de  29.62
  • El 90% de las volatilidades de los 2 últimos años se encuentran en valores de VIX por debajo de 22.452

Las caídas de los mercados suelen ser rápidas mientras que las subidas requieren de tiempo y tendencias más largas. Eso hace que la mayoría del tiempo el mercado se encuentre en lateral o en tendencia alcista. Las caídas, aunque inferiores en tiempo, son bruscas y de gran calado, lo que provoca incrementos de volatilidad rápidamente.

La distribución de volatilidades históricas del VIX sería la representada en la Figura 5, en la que apreciamos que prácticamente todo se encuentra por debajo de VIX=30.

Figura 5: Cuánto tiempo ha estado en cada nivel de VIX. En este histograma apreciamos cómo la mayoría de las ocasiones y del tiempo el VIX se encuentra por debajo de 30. (Fuente: QuantPeak Analytics)

¿Pero, históricamente, cuánta rentabilidad hemos obtenido en cada nivel o franja de VIX?. ¿Cuánto ganamos o perdemos por el hecho de que el VIX se encuentre en uno u otro nivel?. En la Figura 6 observamos que la mayoría de la rentabilidad histórica obtenida ha tenido lugar con niveles de VIX inferiores a 22. Por encima de 22, no habría tenido sentido estar en renta variable ya que prácticamente todo es negativo.

Figura 6: Rentabilidades Obtenidas para cada nivel de VIX, históricamente. En el eje X tenemos los niveles de VIX, y en el eje Y los resultados históricos del mercado. Los resultados que se han obtenido en el S&P500 para cada uno de los niveles del VIX. A partir de VIX=20 los resultados históricos son despreciables y negativos. Toda la rentabilidad del mercado se concentra en niveles de VIX por debajo de 20. (Fuente: QuantPeak Analytics)

Según este estudio, vamos a seguir las siguientes pautas:

  • Siempre que el VIX<22 estamos en Renta Variable
  • Cuando VIX>=22, buscaremos otros activos diferentes a la Renta Variable.

Y el resultado que habríamos obtenido, en relación y comparación al mercado sería el que mostramos en la Figura 7.

Figura 7: Rentabilidades Acumuladas Estrategia vs Mercado (S&P500). Si aplicamos la pauta de estar en mercado tan solo cuando el VIX está por debajo de 20, la curva de resultados, comparada con el mercado S&P500, sería la mostrada. (Fuente: QuantPeak Analytics)

Con ello reducimos, también, el nivel de riesgo y retroceso de nuestra inversión e incrementamos la rentabilidad final y anualizada. Eliminamos los momentos de riesgo que históricamente han sido negativos.

Conclusión

Siguiendo estas dos sencillas pautas deberíamos de:

  • Estar en Renta Variable solamente, cuando:
  • La Tasa de Desempleo no esté subiendo e indicando recesión
  • La volatilidad, medida por el VIX, se encuentre por debajo de 20.
  • Para el resto de ocasiones deberíamos de estar en activos/productos que se beneficien de niveles de volatilidad más elevados, productos de retorno absoluto (que realmente tengan un track record bueno), e inversiones alternativas.
  • Y SIEMPRE y en cualquier momento, diversificar entre diferentes tipos de activos, sobreponderando o infraponderando en uno u otro dependiendo de la situación.

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